Según el más reciente informe sobre la situación de las finanzas públicas del país, presentado por la Contraloría General de la República, la deuda a nivel nacional se dividió el año pasado en $468,86 billones (47,9% del PIB) para el Gobierno Central y $59,07 billones correspondiente a las entidades descentralizadas (6% del PIB).

El endeudamiento de las entidades territoriales se compuso de una deuda de $13,5 billones de los gobiernos centrales que, a su vez, se compone de: $4,41 billones de los departamentos, $5,71 billones de los capitales, y $2,87 billones de las no capitales. Y, por otro lado, está la deuda de $35,93 billones de las entidades descentralizadas.

Factores como la depreciación del peso colombiano, una mayor necesidad de financiamiento y un contexto internacional menos favorable llevaron a que el saldo de la deuda pública del país se elevara el año pasado en $60,66 billones hasta alcanzar los $579,9 billones, una cifra que representa 59,0% del Producto Interno Bruto (PIB).

La Contraloría destacó que los gobiernos centrales territoriales aumentaron su endeudamiento en $1,88 billones, principalmente, por los mayores números rojos encontrados en las gobernaciones de Cundinamarca, Valle y Atlántico, de capitales como Barranquilla y Medellín, y en municipios no capitales como Barrancabermeja y Rionegro.

“En términos agregados no preocupa el endeudamiento de los gobiernos centrales territoriales. Sin embargo, cuando se mira a nivel individual se encuentra que la mitad de la deuda está concentrada en cinco entidades territoriales que son Cundinamarca, Bogotá, Barranquilla, Medellín y Antioquia”, indicó Carlos David Castillo, contralor delegado de Economía y Finanzas Públicas al diario La República.

Los municipios del país que registraron los mayores niveles de endeudamiento el año pasado fueron Barrancabermeja ($181.166 millones) y Rionegro ($135.489 millones). Sin embargo, Girón y Palmira tuvieron los más altos desembolsos recibidos en la vigencia de 2018. Según el informe, los desembolsos recibidos por Girón llegaron a $82.035 millones destinados, principalmente, a la construcción, mantenimiento de la malla vial, equipamiento urbano y rural, construcción y adecuación de colegios y parques, entre otros.

Ecopetrol, ISA, EPM y sus pasivos

En cuanto a empresas, los mayores niveles de deuda se encontraron en las empresas en las que el Estado tiene una alta participación accionaria como el caso de Ecopetrol e ISA, entre otras, y las vinculadas directas no societarias como es el caso de Empresas Públicas de Medellín (EPM). Por sectores, 68,5% de estas empresas pertenecieron el año pasado al sector minero; 17,8% al energético; y 11,3% al financiero. Además, se destacaron aquellas vinculadas con los servicios.

Por ejemplo, la deuda de Ecopetrol llegó a $32,93 billones en 2018, lo que representó una caída de 18,1% frente a la registrada en 2017 cuando se ubicó en $38,90 billones. De acuerdo con el informe de la Contraloría, esta reducción se dio debido a los pagos anticipados y las amortizaciones por $5,97 billones.

EPM cerró 2018 con una deuda de $13,4 billones. Esta cifra supuso un incremento de 12,7% frente al mismo periodo del año anterior debido a los desembolsos efectuados por los acreedores externos y a la mayor devaluación del año pasado.

Igualmente, el informe resaltó la deuda adquirida por el Fondo Empresarial de la Superintendencia de Servicios Públicos con el fin de apalancar el funcionamiento de Electricaribe. Según el reporte, los dos últimos créditos firmados de 180 días, en virtud de la intervención del Gobierno, dejó entrever la emergencia con la que debieron firmarse para realizar los pagos respectivos y la crisis por la que pasa administrativamente esta compañía. En total, de la deuda reportada el año pasado, $233,16 billones correspondieron a la deuda externa (23,8% del PIB) mientras que la interna supuso $343,74 billones, lo que representa 35,2% del PIB.