PARA EL MINISTERIO DE HACIENDA solo queda un alza más en los precios de la gasolina para cerrar el déficit del Fondo de Estabilización del Precio del Combustible y se prevé que se haga en el primer trimestre de 2024.

"Estamos mirando exactamente qué tanto es lo que falta por cerrar y de ahí en adelante la expectativa es que todos los meses tengamos una resolución para que los colombianos volvamos a acostumbrarnos a que hay una resolución mensual que mira los precios de los combustibles y que el ajuste es de $5 o $10, cualquier cosa por encima o por debajo porque ya queda flotando el precio", dijo Bonilla al término del lanzamiento del Censo Económico Nacional Urbano. Aunque el reciente anuncio puede suponer un alivio temporal para los diferentes sectores que dependen del crudo, son muchas las posiciones que se han dejado sobre la mesa que abren el debate político, económico y social.

Incluso, recientemente el director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Mejía, exaltó la posición del Gobierno sobre la necesidad de aumentar el precio de la gasolina, ahora, en la siguiente vigencia, para aliviar la presión fiscal del FEPC y resaltó que “en 2021 hubo cerca de $37 billones en subsidios a la gasolina, el tamaño de tres reformas tributarias”.

A su turno, la Contraloría General de la República, según un estudio, estableció que los déficits importantes que ha presentado el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles son resultado de un mal diseño de este mecanismo, que le ha costado a la Nación aproximadamente $100 billones a precios constantes de 2023 (incluyendo intereses por TES) desde su puesta en funcionamiento.

Inicialmente se menciona el problema actual del FEPC en cuanto a las falencias estructurales que ha presentado, dado que el fin para el cual fue creado era el de atenuar en el mercado interno el impacto de las fluctuaciones de los precios de los combustibles en los mercados internacionales y por los resultados en este aspecto se demuestra, desde su creación a la fecha, su ineficacia e ineficiencia.

"Por ahora, el aumento gradual y constante del precio interno para equipararlo al de referencia internacional es consecuente con la eliminación del déficit y los problemas que este acarrea, pero los cambios al funcionamiento del FEPC y del precio interno de los combustibles fósiles deben ser, en el largo plazo, consecuencia de la aplicación de una política constante y no coyuntural como hasta ahora", se subraya en el estudio sectorial.

Con respecto al inicio de los aumentos graduales del ACPM, más conocido como diésel, el Gobierno busca evitar un impacto en la inflación a través del transporte de carga, que, según las cuentas del Comité Autónomo de la Regla Fiscal, CARF, el déficit alcanza cerca de $16 billones para 2023. Desde la cartera de Hacienda se explicó que, de no hacer los ajustes al precio del ACPM, el FEPC tendría un déficit, en 2024 de $10,5 billones. El debate del diésel es aún más sensible para el costo de vida, vía transporte de alimentos y servicios de movilidad públicos. En cuanto al incremento que tendrá el diésel para el mes de febrero, el gobierno continúa en diálogos con los transportadores de carga.
Desde la Federación de Empresarios de Transporte de Carga han destacado que, aunque el fin es una decisión responsable, hay otras consideraciones a tener en cuenta.

"Aunque es una decisión responsable para no afectar el déficit del FEPC, a la fecha y en un año de gobierno solo han pagado cuatro billones de pesos de los 30 a los que asciende dicho déficit, cuando por cuenta del aumento de precios de gasolina en un año se recogen más de $6 billones, lo que de hecho es una reforma tributaria hecha mediante resoluciones y no por leyes como corresponde".

Fedetranscarga aseguró que, con el aumento de precio de combustible en Colombia, el costo de los productos de la canasta básica familiar también aumentará.

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