La cifra de migrantes en el mundo para el 2020 fue de 280,6 millones de personas¹; de las cuales el 73 %2 se encuentran en edad productiva, entre los 20 y 64 años. América Latina y el Caribe, para esta vigencia, recibieron 14,7 millones³ de migrantes, con un crecimiento del 56,7 % en los últimos cinco años, de los cuales el 76,4 % son intrarregionales.

Hoy América Latina y el Caribe son escenarios del segundo desplazamiento masivo de migrantes en el mundo después de Siria⁴, ante el éxodo masivo de venezolanos, los cuales se han concentrado en un 80 %, principalmente, en cuatro países⁵ : Colombia, con 1,7 millones; Perú, 1 millón; Chile, 457 mil; y Ecuador, 443 mil.

Según proyecciones para 2021, de mantenerse la crisis política, económica y social en Venezuela se presentaría un aumento adicional de emigrantes que según analistas podría llegar hasta 6,3 y 8 millones⁶.

Por otro lado, en Centroamérica, si bien en los últimos cinco años se ha dado un decrecimiento en las cifras de la emigración generales en un 0,57 %, a nivel de los países del Norte de Centroamérica: Honduras, El Salvador y Guatemala se generó un incremento del 5,7 % en la salida de sus ciudadanos entre 2015 y 2020, hasta situarse en 3,95 millones.

Según cifras oficiales el mayor número del desplazamiento en un 86 %7 fue hacia Estados Unidos. De igual manera, para el periodo 2016-2020, han retornado aproximadamente 900 mil personas⁸ de estas tres nacionalidades, lo que implica mayores retos y desafíos para su reincorporación y aprovechamiento de las nuevas capacidades y habilidades adquiridas.

El desafío en el Caribe es más por emigración de su población, que por inmigración. El total de emigrantes desde el Caribe aumentó en el periodo 2015-2019 en un 8 %, de 9,4 millones a 10,2 millones, y la emigración intrarregional se incrementó en 200 mil personas. Esta última contabiliza números menores en comparación con otros flujos internacionales, pero en términos de la población de los países del Caribe, estos totales representan algunas de las fracciones más altas en el mundo. Los nacionales que residen en el exterior de territorios como Dominica, San Cristóbal y las Nieves y Granada, evidencian cifras superiores al 60 %⁹, respectivamente, frente a su población¹⁰.

En los últimos años, la subregión de Suramérica se ha convertido en una zona de flujos mixtos al darse una migración de origen, tránsito y destino que alberga a más de 10,9 millones de inmigrantes¹¹, con un crecimiento del 79,06 % respecto de 2015, cuando se encontraba un total de 6 millones. Los principales países de acogida sin tener en cuenta la nacionalidad son Argentina, Colombia y Chile¹².

La complejidad del contexto migratorio en América Latina impone cada vez mayores retos y desafíos a los países de la región en materia de política pública, con el objeto de gestionar y atender estos crecientes y dinámicos flujos migratorios, bajo un enfoque de garantía y protección especial a la población más vulnerable como los niños, niñas, adolescentes, mujeres y adultos mayores, entre otros, y, al mismo tiempo, como factor de desarrollo económico, crecimiento social y cultural bajo medidas de estabilización a largo plazo.

Bajo este marco, los países vienen adelantando una serie de acciones y medidas que permiten aprovechar el conocimiento y talento de la población migrante, comenzando por la implementación de procesos de regularización, de políticas para la inserción laboral y económica que considera entre otras, la certificación de competencias laborales y la generación de beneficios tributarios en zonas de alta concentración migratoria. De igual manera, la promoción de estrategias para la convivencia ciudadana, que hagan disminuir la xenofobia y la discriminación, además de promover el fortalecimiento de la cooperación internacional y regional como mecanismo para dar una respuesta integral y conjunta a los nuevos desafíos migratorios.

No obstante, Colombia es ejemplo en la región en avanzar en los procesos de regularización y protección de la población migrante, inicialmente, a través del establecimiento de los Permisos Especiales de Permanencia (PEP) a partir del 2017, y recientemente con la expedición del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos, a través del Decreto 216 de 2021, que en términos generales permite avanzar en un Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV) que abarcará la caracterización de los ciudadanos de este país que se encuentran en el territorio nacional, para, posteriormente, otorgarles el Permiso por Protección Temporal (PPT).

Pero también otras naciones han tenido avances en procesos de regularización, caso Perú, Ecuador, Chile, Brasil, Costa Rica y República Dominicana.

Migración: factor de crecimiento y desarrollo
En materia económica, si bien es cierto que en el corto plazo la inmigración genera una creciente demanda de servicios y como consecuencia presión sobre el gasto público, en el largo plazo, con adecuadas medidas de integración, se convierte en factor de crecimiento, como lo señalan las proyecciones del FMI¹³ que estima que entre 2017 y 2030 la migración procedente de Venezuela aportaría al PIB de algunos de los países receptores de América Latina y el Caribe entre 0,1 y 0,3 puntos porcentuales, con mayor proyección de crecimiento para Colombia, 0,29; Panamá, 0,26; Perú, 0,24; Chile, 0,24: y Ecuador, 0,22.

En lo que respecta al mercado laboral en Colombia, el Banco de la República¹⁴ señala que la tasa de participación es del 79,6 %, frente al 65,4 % de los no migrantes; el 53,5 % trabaja en los sectores de comercio, restaurantes y hoteles y servicios¹⁵, lo que evidencia la dinámica y complementariedad que trae la migración en la actividad económica de las ciudades y del país. Otras fuentes destacan la participación de más de 7.000 ciudadanos venezolanos en la recolección de café, actividad que ha dejado de ser atractiva para los trabajadores colombianos¹⁶.

Ciudades: escenarios de inclusión migratoria
Las ciudades se han convertido en el principal escenario de integración de la población migrante; de acuerdo con ONU Hábitat, aproximadamente 3 millones de personas se desplazan semanalmente a los centros urbanos¹⁷. Asimismo, se calcula que en las próximas décadas el aumento de la población mundial se dará en al menos 2.500 millones de personas¹⁸, cifra que casi en su totalidad habitará en zonas urbanas de países con ingresos bajos y medios, especialmente África y Asia.

En este contexto, América Latina no ha sido la excepción, pues en la actualidad se destacan como las principales ciudades con un número significativo de migrantes venezolanos: Lima, con 637.953¹⁹; Bogotá, 340.711²⁰; Santiago, 287.920²⁰; y Quito, 65.917²¹.

Las dinámicas migratorias en las ciudades generan importantes transformaciones, con beneficios económicos, sociales y culturales, no obstante, esto conlleva también grandes desafíos que deben ser atendidos adecuadamente para evitar un colapso en la demanda de servicios, por lo que es necesario adelantar acciones encaminadas a desarrollar una adecuada planificación urbana y territorial²² que posibilite establecer mejores bienes públicos, aumentando, entre otros, desde una mirada de los derechos humanos, la disponibilidad de equipamientos de salud y educación, vivienda adecuada, empleo decente y seguridad²³.

Al respecto, la comunidad internacional ha avanzado de manera propositiva en el establecimiento de un marco de referencia para las ciudades; como se establece en la Nueva Agenda Urbana (NAU) de las Naciones Unidas que en su numeral 28 establece el compromiso frente al respeto de los derechos humanos de los migrantes, refugiados y desplazados internos, reconociendo los desafíos que asumen las ciudades e instando a la cooperación internacional al apoyo efectivo en su integración social y económica.

En el caso de Colombia, con la elección y posesión de los nuevos mandatarios locales en el 2020, a través del establecimiento de sus planes de desarrollo territorial para el periodo2020-2023, con el apoyo del Gobierno nacional y la cooperación internacional, se incorporó el componente migratorio en más de 52 municipios y 23 departamentos, brindándoles mayores instrumentos y herramientas a los mandatarios locales en articulación con la política nacional para la adopción de medidas de atención, asistencia e inclusión socioeconómica de la población migrante en el país.

El rol del BID en la migración
A partir de 2018, atendiendo a estos nuevos retos y desafíos, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha venido fortaleciendo su respuesta y oferta institucional en materia migratoria a través de la Unidad de Migración, mediante operaciones financieras y de recursos no reembolsables. De igual manera por medio del acompañamiento técnico a los países, de la profundización en el conocimiento de los asuntos migratorios, de la gestión de alianzas estratégicas, de la cooperación internacional y donantes, y a través del desarrollo de programas de capacitación dirigido a funcionarios públicos que mejoren su experticia y capacidades laborales.

Es así como en 2019 se aprobó un programa de recursos de Facilidad No Reembolsable²⁴ del BID hasta por 100 millones de dólares que busca destinar a países receptores de migrantes cuyo stock hubiera incrementado en 0,5 % con respecto de su población total en los últimos tres años²⁵.

Bajo este mecanismo se han aprobado siete operaciones en cuatro países: Belice, Colombia, Costa Rica y Ecuador, por un total de 629 millones de dólares y en 2021 se espera hacerlo en Chile, Panamá, Uruguay y República Dominicana que cubrirán los sectores de vivienda y desarrollo urbano, educación y género.

Este nuevo panorama regional de la migración intrarregional requiere del apoyo de todos para poder convertir el reto en una oportunidad de desarrollo.

¹https://news.un.org/es/story/2021/01/1486602
²Ibídem
³Ibídem
⁴https://www.acnur.org/emergencia-en-siria.html#:~:text=Turqu%C3%ADa%20acoge%20a%20m%C3%A1s%20de, campamentos%20administrados%20por%20el%20Gobierno.
⁵https://data2.unhcr.org/es/documents/details/84168
⁶https://r4v.info/es/documents/details/82927
⁷https://www.un.org/development/desa/pd/content/international-migrant-stock
⁸https://mic.iom.int/webntmi/
⁹https://news.un.org/es/story/2021/01/1486602 10 ¹⁰https://datos.banc006Fmundial.org/indicador/SP.POP.TOTL 11 ¹¹https://www.un.org/development/desa/pd/content/international-migrant-stock 12 ¹²Ibídem ¹³https://blog-dialogoafondo.imf.org/?p=12368
¹⁴https://repositorio.banrep.gov.co/bitstream/handle/20.500.12134/9918 /ESPE97.pdf?sequence=1&isAllowed=y
¹⁵Ibidem
¹⁶https://migravenezuela.com/web/articulo/donde-hay-trabajo- para-venezolanos-en-colombia/1482
¹⁷https://onuhabitat.org.mx/index.php/las-tres-mega-tendencias-del-siglo-xxi
¹⁸https://onuhabitat.org.mx/index.php/la-migraciones-basicamente-una-cuestion-urbana
¹⁹httpslñdfsdflskdñfklskdflkslkdflksldkflkslkdflklskdlfklskdlfsd
²⁰https://www.migracioncolombia.gov.co/infografias/distribucion-de-venezolanos-en-colombia-corte-31-de-enero-de-2021
²¹https://www.extranjeria.gob.cl/media/2020/06/estimaci%C3%B3npoblaci%C3%B3n-extranjera-en-chile-2019-regiones-ycomunas-metodolog%C3%ADa.pdf - Pág. 35.
²²ONU-HABITAT. Desarrollo integral del sistema de ciudades de la región del Norte de Centroamérica y el Sureste de México para mitigar las causas que provocan la migración forzada. 2020.
²³Ibídem. Pág. 8.
²⁴Documento GN-2947-1 y AB-3199. El mecanismo establecido indica que el apalancamiento de recursos No Reembolsables de la Facilidad (NRF) o Donantes corresponde a un máximo de 20 % del total de cada operación.
²⁵Países incluidos en este primer grupo corresponden a Belice, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, Panamá, Perú y Trinidad y Tobago. República Dominicana fue agregado a este grupo luego de una revisión realizada en 2020.

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