La tasa de cambio en Colombia alcanzó a romper la barrera de los $3.500, en octubre pasado, aunque la volatilidad sigue siendo la constante y por eso los analistas no se atreven a pronosticar a cómo cerrará el dólar en el presente año.

Corficolombiana en uno de sus más recientes reportes indicó que "nos preocupa el impacto de la devaluación sobre la deuda externa, especialmente en el gobierno nacional central, en la medida que impone una presión adicional sobre las cuentas fiscales y puede deteriorar las perspectivas de calificación crediticia del país".

No obstante, el Ministerio de Hacienda, Alberto Carrasquilla, ha señalado que por cada $100 de devaluación, por encima de lo que esperaba el país (tasa de cambio de $3.250), implica más o menos un billón más de ingresos fiscales aunque también aumenta el saldo de la deuda y la relación con el PIB.

“Sin lugar a dudas la economía colombiana está preparada para asumir esos $3.500. La situación fiscal del país está cubierta, es cierto que tenemos que pagar en la deuda más pesos con la devaluación, pero también es cierto que se generan más ingresos por lo que el Gobierno tiene en empresas como Ecopetrol y en los dividendos que se van a convertir a pesos a una tasa más depreciada”, dijo el funcionario.

Igualmente, si el dólar caro se sostiene pueden empeorar los balances futuros de las empresas que tienen deudas en dólares o costos en esta moneda, como las aerolíneas o varias de las multilatinas del país que han tomado parte de su endeudamiento en esa moneda extranjera.

Por su parte, el codirector del Banco de la República, José Antonio Ocampo, ha señalado que un dólar que oscile entre $3.300 y $3.500 no es preocupante. “La política del país es que la tasa de cambio sea flotante, por lo tanto, vemos que los promedios actuales están dentro de un rango bastante normal. El dólar ha estado entre $3.400 y $3.500, ese es un promedio que a mí me parece muy bien y competitivo”, dijo.

Incluso, manifestó que con una tasa de cambio alta se puede ayudar a diversificar las exportaciones colombianas. “Esa tasa de cambio puede ayudar a que los exportadores planeen nuevos negocios que son necesarios para el país con el fin de solucionar el déficit comercial”, indicó.

No obstante, el problema, como lo señaló el Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya, es que muchos de los insumos requeridos para la producción nacional son importados y por lo tanto resultan más costosos para los agricultores.

De hecho, muchos analistas coinciden en que el dólar alto puede impactar la inflación, aunque esto no se nota de manera inmediata sino dentro de varios meses por cuanto los comerciantes tienen inventarios que adquirieron a menor precio.

Según el gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, "sí se ha registrado un traspaso al precio, sobre todo de alimentos procesados. El nivel de traspaso es muy bajo pero la tasa de cambio se ha devaluado de manera persistente. Se ha mantenido alta por más tiempo de lo que esperábamos".

Camilo Herrera, director de Raddar, señaló que productos como el pan, cuya materia prima es importada, las lentejas, los pescados, los licores, el vino, los automóviles y la tecnología, entre otros, son algunos que ya pueden sentir un aumento en los precios.

Sin embargo, otros como el codirector Ocampo, ha señalado que el dólar no ha afectado la inflación porque hay precios internacionales de productos agropecuarios que están bajando y porque en algunos casos los importadores no le transfieren toda la devaluación al consumidor para ser competitivos.

Otros afectados son los que realizan compras con tarjetas de crédito en el exterior o aquellos que pagan en dólares a través de portales de internet, compras que son liquidadas a la cotización oficial.

Pero con el dólar alto también hay ganadores como es el caso de los exportadores y dentro de estos cabe destacar a los cafeteros quienes han tenido bajos precios internacionales que se compensan con un dólar alto y si se tiene en cuenta que las exportaciones del grano superan los 13,5 millones de sacos, esto implica mayores ingresos para ellos y para el país.

También el dólar alto favorece el aumento de valor en las reservas del Banco de la República y es un incentivo al turismo, dado que se abaratan los costos para el visitante extranjero. Según las proyecciones hechas, los paquetes turísticos pueden reducir su costo hasta en un 30% por la devaluación.

La volatilidad de la tasa de cambio siempre tendrá ganadores y perdedores y por ahora los pronósticos de diversos analistas es que el dólar se mantendrá en niveles altos, mientras persistan las condiciones que lo han generado como es el caso de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, aunque también la reducción en las tasas de interés por parte de la Fed, puede contribuir a que la tasa de cambio en Colombia baje.